No se trata de la lucha del género sino de una necesidad de la sociedad para aprovechar la capacidad de la mujer en estas ciencias duras donde se debería desmitificar “la dificultad que se cree que existen en las ciencias duras”.
Existe un beneficio global para las mujeres, las empresas y la sociedad en general al incrementar la presencia de mujeres en carreras de ingeniería. Las mujeres se beneficiarían al tener mayores opciones vocacionales e independencia económica, mientras que las empresas podrían acceder a un número mayor de profesionales capacitados aumentando la diversidad y la productividad en la fuerza laboral. La sociedad aprovecharía el incremento de mujeres en ingeniería para afrontar problemas relacionados con la protección del ambiente, recursos naturales, comunicaciones, etc. de los cuales muchas mujeres tienen interés y más efectivas al tratar estos problemas.
El incremento de la participación femenina en las aulas universitarias y específicamente en las Facultades de Ingeniería y, por consiguiente el ingreso al mundo laboral, demuestra el gran interés y la capacidad femenina para ingresar y tomar parte activa en el desarrollo del país.
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