Las mujeres Latinoamericanas han contribuido enormemente al bienestar social y económico. Su contribución se ha plasmado a través del trabajo en las fábricas, guarderías, en la industria de servicios y en las innumerables agencias que proporcionan servicios legales, de salud y sociales a la comunidad, así como a niveles gubernamentales. Sin embargo, se puede observar un gran número de mujeres Latinoamericanas que se ve limitada su participación en la sociedad debido a que necesitan de cuidar de sus familias, se encuentran aisladas y no pueden explorar otras oportunidades laborales y educativas.
Mujeres en ingeniería: ¿igualdad de oportunidades?
No hay una situación promedio para las mujeres en ciencia e ingeniería. Lo que hay es básicamente un grupo importante de mujeres trabajando en entornos donde la situación es paritaria, y otro grupo de mujeres trabajando en entornos donde todavía queda camino por recorrer. En este último caso, son unos pocos hombres los que tienen un trato problemático hacia las mujeres. Creo que a los hombres les corresponde evitar caer en estas actitudes y sancionar social mente a los que las tengan.
Un cambio en el paradigma es necesario para que las carreras de ingeniería no sean visualizadas sólo para hombres. No se trata de la lucha del género sino de una necesidad de la sociedad para aprovechar la capacidad de la mujer en estas ciencias duras donde se debería desmitificar “la dificultad que se cree que existen en las ciencias duras” . Existe un beneficio global para las mujeres, las empresas y la sociedad en general al incrementar la presencia de mujeres en carreras de ingeniería. Las mujeres se beneficiarían al tener mayores opciones vocacionales e independencia económica, mientras que las empresas podrían acceder a un número mayor de profesionales capacitados aumentando la diversidad y la productividad en la fuerza laboral.
